Ahora en Santa María, se puede ver otras cosas, como pintadas en las paredes encontradas de la lumbrera (minera).
Espero poder ayudar en algo, en Amaicha, la gente del lugar, paisanos y aborígenes, gente buena a quienes le han robado los ánimos de ayudarse mutuamente, trabajan cada uno en lo suyo.
Santa María: en Santa María, seguimos con la grata compañía de nuestros amigos los titireteros, ellos terminaron una actuación en amaicha a las 18.30 hs y salimos rápido para Santa María (Catamarca) por que el hermoso fíat 125 aparte de no tener cinturones, le faltaban todas las luces y parecía el tren fantasma.
Llegando a Santa María lo inesperado apareció, Gendarmería, enseguida unos metros antes acomodamos como pudimos los pedazos de cinturón y cuando nos paran, a Leo, que era el conductor se le ocurre decir que se le quemo las luces hacia unos minutos, pero lo que no se dio cuenta es de que no tenía ni los foquitos, por suerte una gendarme y un gendarme se apiado de nosotros y nos dejo entrar a Santa María. Después de risas, gritos y festejos entramos al pueblo tan deseado.
Estuve tratando de conectarme con los Autoconvocados, que es un grupo de gente de lugar que se empezó a organizar en contra de la minera. Mi resultado no fue para nada positivo, la gente que encontré en la plaza, la mayor, no le interesaba o le daba lo mismo que este la minera.
Gente pobre con esperanzas de que su hijo trabaje y pueda acceder a un trabajo "digno", inocentes sin saber que era la "lumbrera".
Espero poder ayudar en algo, en Amaicha, la gente del lugar, paisanos y aborígenes, gente buena a quienes le han robado los ánimos de ayudarse mutuamente, trabajan cada uno en lo suyo.
Santa María: en Santa María, seguimos con la grata compañía de nuestros amigos los titireteros, ellos terminaron una actuación en amaicha a las 18.30 hs y salimos rápido para Santa María (Catamarca) por que el hermoso fíat 125 aparte de no tener cinturones, le faltaban todas las luces y parecía el tren fantasma.
Llegando a Santa María lo inesperado apareció, Gendarmería, enseguida unos metros antes acomodamos como pudimos los pedazos de cinturón y cuando nos paran, a Leo, que era el conductor se le ocurre decir que se le quemo las luces hacia unos minutos, pero lo que no se dio cuenta es de que no tenía ni los foquitos, por suerte una gendarme y un gendarme se apiado de nosotros y nos dejo entrar a Santa María. Después de risas, gritos y festejos entramos al pueblo tan deseado.
Estuve tratando de conectarme con los Autoconvocados, que es un grupo de gente de lugar que se empezó a organizar en contra de la minera. Mi resultado no fue para nada positivo, la gente que encontré en la plaza, la mayor, no le interesaba o le daba lo mismo que este la minera.
Gente pobre con esperanzas de que su hijo trabaje y pueda acceder a un trabajo "digno", inocentes sin saber que era la "lumbrera".
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