Cruzando la frontera: Cargados y un poco cansados tuvimos que pasar por el ultimo puesto de gendarmería Argentino, ya cruzando el puente en Bolivia tuvimos que presentarnos en migración que esta donde termina el puente. La cara del hombre de la ventanilla lo hace parecer para nada agradable, no es muy agradable, nos pide todo tipo de datos y termina preguntándonos de cuanto dinero disponemos para estar en Bolivia. Seguramente de haberlo pensado antes hubiéremos mentido pero la verdad era que disponíamos de la venta de sahumerios y teníamos muy poco dinero ''intocable'' en la caja negra. Se me ocurre decirle decirle cien pesos, el hombre lo mas lógico que me pudo decir es que solo podíamos estar dos días ya que como turista no alcanzaba mucho el dinero. Le dijimos que viviríamos de la venta de sahumerios y dijo que no podíamos vender en el extranjero. Y bueno yo que se volvemos, dije con gestos de tristeza. Se hizo un silencio y el hombre accedió y dijo solo les doy el pasaporte para treinta días nomas, si no multa.
La Quiaca - Villazón Es impresionante el cambio de la moneda un peso Argentino equivale a dos con cincuenta Bolivianos, nos ayuda bastante por suerte y nos instalamos en un hostal por veinte Bolivianos que son ocho pesos Argentinos y salimos a cambiar los cien pesos. Lamentablemente ya parecía un viaje de negocios, todo el tiempo haciendo cuentas para ver lo mas barato de lo barato. Compramos un grabador para grabar cosas ...
Villazón - Tupiza Viajamos en ómnibus y llegando a Tupiza el panorama es bueno, un paisaje lindo, parecido a la quebrada de Cafayate en Salta, monumentos de piedras de colores, rojizos, amarillos, muchos.. todo eso es por lo rica que Bolivia es en sus minerales. Nos instalamos en un alojamiento por quince bolivianos y es realmente bueno. Tupiza es realmente muy lindo, es como un pueblo turístico pero tranquilo. Por suerte con la venta de sahumerios no va bien, además la negra empezó a tejer carteritas, monederos y gorros con tela de acá. Al otro día dormimos en una casa por solo cinco bolivianos o sea dos pesos argentinos. Estábamos bien además la chica dueña de la casa trabajaba con sus hermanas en un comedor, así que ayudábamos en algo y nos ganábamos la comida. La negra ayudaba en la cocina y yo intentaba pero por suerte la comida estaba.




