
CAMINO A SAN SALVADOR: llegamos con pocos pesos pero llegamos, es una ciudad linda, llena de vendedores ambulantes, me pongo a charlar con una señora y le cuento que vamos a Bolivia y de repente le brota una furia contra el pueblo Boliviano diciendome que no valen ni un centavo y no se merecen nada, lo paso por alto como si fuera una pelea entre dos equipos, boca-river o blanco-negro, esas cosas que no se entienden, aquí es Jujuy-Bolivia.
Decidimos irnos a Yala, un lugar con paisajes hermosos, con una vegetación tropical inesperada.
Dormimos en un camping donde la gente del lugar nos regala continuamente comida.
Personalmente tengo una personita que visitar camino a las lagunas de Yala.
Después de caminar tres kilómetros, me encuentro con un pequeño santuario el de mi amiguita "Pompita", me quedo unos segundos y luego salimos directamente a las lagunas.
Son 12 kilómetros de subidas en la yunga.
Por suerte en el camino nos levanta un hombre que vende frutas y otros productos. Llegamos a la laguna, es un oasis en el medio del cerro. Tenemos que bordear todo un alambrado, porque por lo que se ve algún gringo compro su costita en la laguna.
Llegamos y nos quedamos con la boca abierta contemplando un sueño.
Entre vacas y ovejas, se veía toda clase de pajaros en la costa de la laguna.
Luego, cuando volvíamos nos levanto el mismo hombre y safamos los 12 kms.
Recuerdo que ya se empezaba a sentir el frío, dormir en carpa estaba difícil, de hecho en el camping si mal no recuerdo eramos los únicos, las lagunas de Yala son un lugar increíble, en realidad todo Yala tiene una magia y un encanto increíble, recuerdo tambien preguntarle al hombre que nos levanto con su camioneta, por que vivía tan poca gente, y me contesto que todos se iban para la cuidad, solo quedaba gente muy grande viviendo ahí, es un lugar para vivir y no para sobrevivir...
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